Huevos con beicon

Esta semana, en la jornada sobre Liderazgo emocional que dentro del Programa Superior de Coaching Deportivo se está desarrollando en el CPT de Fadura, los participantes, en su mayoría entrenadores de fútbol, sacaron a la palestra el nombre de Manolo Preciado, entrenador del Sporting, como persona de referencia en esta materia.

Profundizando en el asunto, concluían que conseguir el compromiso auténtico de los jugadores es el reto fundamental al que se enfrenta un líder de grupos. Entendían que obedecer al entrenador es una obligación, pero comprometerse es una decisión personal de cada futbolista. Ejerciendo el poder que te confiere el cargo quizá obtengas la obediencia, pero solamente siendo un líder auténtico puedes alcanzar el compromiso de los demás.

Utilizamos el ejemplo de los huevos con beicon para ilustrar la diferencia entre obligación y compromiso. Para cocinar este plato, ¿quién está más comprometido, el cerdo o la gallina? La gallina pone los huevos, hace lo que debe y cumple correctamente con su tarea. La gallina está implicada. El cerdo, por otra parte, va más allá de lo exigible y se deja la vida en el empeño. El cerdo está realmente comprometido.

Conseguir el compromiso auténtico de sus jugadores no es sencillo para un entrenador. Requiere un gran esfuerzo, dar mucho, exponerse y arriesgar. Entregarse de verdad y ofrecer lo mejor que tienes para ponerlo a su servicio. Exige cambiar de perspectiva y preguntarse qué necesita este jugador de mí para sacar lo mejor que tiene, o cómo puedo ayudarle para que sea el jugador que realmente podría ser.

Un entrenador-líder enfoca la atención no solamente en la tarea, en el objetivo, sino también en cuidar y fortalecer las relaciones. Implica ayudar a crecer individual y colectivamente a cada uno de tus jugadores, a los que juegan mucho y a los que no lo hacen tanto. Quizá liderar un equipo de fútbol signifique en realidad servir a las personas sobre las que tienes responsabilidad. Estar a su disposición para identificar y satisfacer sus legítimas necesidades (que no sus deseos), de manera que estén en la mejor condición para alcanzar su máximo rendimiento. Es exactamente lo contrario de utilizar a los jugadores y servirte de ellos para conseguir tus objetivos. De momento, en el fútbol, hay más de esto que de lo otro.

Conozco, desde hace mucho, a Manolo Preciado. Ya fue una referencia en la conquista de derechos laborales para los futbolistas cuando los tiempos eran realmente muy duros. Los que, como él, daban la cara en aquel momento, ponían en juego sus contratos y sus carreras. Asumían grandes riesgos por los demás y se la jugaban por todos. Una vez más, compromiso auténtico.

Desde la distancia, le he visto afrontar situaciones verdaderamente límite, ante las que un cese sería un juego de niños. Le admiro mucho como entrenador pero, sobre todo, me descubro ante él como persona. La vida le ha golpeado con dureza y se ha repuesto una y otra vez con una entereza y valentía incomparables. Sin rencor ni resentimiento, al contrario, disfrutando de la vida y del fútbol, si cabe, más intensamente.

Trabajador, sensible, cercano, íntegro, humilde, valiente y alegre son algunos valores que definen una personalidad arrebatadora. Manolo es el auténtico cerdo (con perdón) de la metáfora. Se deja la vida por sus jugadores y, cómo no, sus jugadores por él. Su liderazgo deja huella en las personas. No hay más que ver cómo celebraron todos juntos el empate en el descuento, hace tres semanas, ante el Racing en El Sardinero, para comprobar que no debe tener gallinas en su vestuario.

El poder de un entrenador viene de serie, es jerárquico y está incluido en el cargo, pero que seas identificado como líder lo deciden tus jugadores. No se puede imponer. Son ellos quienes te perciben, o no, como tal. Quienes deciden seguirte, creer en ti, confiar y comprometerse contigo… o tan solo obedecerte hasta que llegue el siguiente. Liderar o entrenar…. esa es la cuestión.

Imanol Ibarrondo

Nota: post publicado como artículo en el periódico DEIA de fecha 5 de febrero de 2011

Una respuesta to “Huevos con beicon”

  1. CONCHI Says:

    Me parece admirable lo de este Sr y los q estais en esta linea.Todo ira cambiando,poco a poco.Saludos

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